A nuestras caracolas les ha gustado más el papel con agujeros que les pusimos en las esquinas del terrario que las hojas de lechuga, aunque esto nos ha servido para averiguar que sus cacas cambian de color según el alimento que tomen, ya que en esta ocasión eran blancas.
Además el caracolario ha aumentado su población gracias a Jacinta, que nos ha traído un montón de caracoles de la huerta, además de hojas de lechuga para que se alimenten.
Como tenemos tantas mascotas, el maquinista de cada día se encarga de ver si necesitan agua, alimento o hay que limpiar la pecera un poco.
Julia ha investigado sobre estos animales y nos ha contado que los caracoles sí que tienen dientes y una lengua áspera, que les gusta comer por la noche, los alimentos que les gusta tomar y las partes de su cuerpo. También ha hecho dos caracoles con plastilina.
Además hemos fabricado muchos más caracoles con papel. Así de bonitos nos han quedado.
Los peques de Marta 